Cuando se trata de una marca inmobiliaria, siempre existe la necesidad de innovar en cada proyecto. Hablemos de marcas, y de cómo cada proyecto puede sumar o restar a su propia marca sin darnos cuenta.

Los proyectos no son para siempre.

Cada vez que vamos a lanzar un proyecto inmobiliario llegan las expectativas con ese nuevo concepto que nos permitirá ver materializado, en una campaña, todo lo mejor del proyecto para lo cual debemos definir un nombre y un logotipo.

Aquí vale la pena detenerse un momento. ¿Queremos una identidad muy atractiva en nuestra campaña? Sí. Lo importante es definir qué queremos que quede en la mente de las personas.

La difusión de un proyecto impacta a miles de personas de diferentes formas, principalmente en vía pública y en plataformas online. Llegamos a algunos que efectivamente están en el proceso de búsqueda inmobiliaria y a otros que por el momento solo nos ven al paso. Es por eso que las marcas inmobiliarias tienen excelentes oportunidades para lograr el posicionamiento deseado a través de la difusión de sus propios proyectos.

En nuestra experiencia, aquellas marcas que tienen una mayor cantidad de proyectos en avenidas principales de Lima, siguen siendo las más reconocidas, aún cuando hay otras con el mismo volumen de proyectos, pero no tienen la misma exposición.

La marca se construye proyecto a proyecto.

¿Cómo nos hacemos reconocibles en el tiempo? Si el objetivo es construir una marca sólida -factor determinante en el proceso de decisión de compra inmobiliaria- hay momentos en los cuales debemos trabajar con una visión a largo plazo. Generalmente lo recomendable es priorizar el logotipo y la identidad visual de la marca inmobiliaria, dejando la identidad propia del proyecto en un segundo plano, ya que ésta última solo estará vigente por un tiempo determinado y luego desaparecerá.

La definición del nombre y logotipo del proyecto deberán responder estratégicamente a la identidad de marca. Crear una identidad independiente para cada proyecto puede ser innovador, pero restará a la marca si en conjunto no están alineados o prevalecen sobre la misma. El resultado serán atractivos proyectos de inmobiliarias que simplemente no recordaremos. Estaremos restando a la marca. Mantener un estilo visual con jerarquías y alineado, no descarta que cada proyecto tenga un concepto potente que le aporte personalidad y destaque atributos de valor diferencial.

Excepcionalmente, si el objetivo de la inmobiliaria es enfocarse en un solo proyecto a corto plazo, la intención puede ser otra. Incluso si se trata de un condominio de campo o playa, podemos pensar en dar notoriedad a la identidad del proyecto la cual permanecerá en el tiempo.

Los objetivos de la inmobiliaria serán los que determinen si la identidad de cada proyecto forma parte de la estrategia de posicionamiento de marca o simplemente apuestan por un enfoque independiente.

Pronto hablaremos sobre marcas inmobiliarias que se dirigen a diferentes segmentos.

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