La comunicación de las inmobiliarias requiere constante renovación. ¿Qué debemos hacer cuando se nos presenta un producto inmobiliario? ¿Cómo estructurar una campaña potente que resuene y se traduzca en experiencias reales? Lo que sigue puede ser un buen punto de partida. Empecemos.

El mismo mensaje una y otra vez.

Las campañas publicitarias más memorables pertenecen a lovemarks que probablemente vamos a recordar siempre. Grandes marcas de consumo masivo se han ganado un lugar en las mentes y los corazones más difíciles de conquistar.

Existe una amplia gama de proyectos inmobiliarios dispuestos a ganarse un “Quiero vivir ahí”. Los anuncios publicitarios tradicionales han usado el producto inmobiliario como tal, donde el mensaje destaca el precio, la distribución y las bondades del propio entorno. Sabemos que aún existe espacio para mucho más: el branding y la esencia de una comunicación basada en un concepto no siempre se expresa a totalidad. Son solo algunas campañas las que se atreven a contar una historia auténtica y comunicar la experiencia de vivir en un lugar único en la ciudad.

La fórmula que funcionó antes, hoy parece no ser suficiente.

Nos referimos a aquella que se respalda en un diseño bien elaborado y usa los medios precisos para llegar al target. La publicidad inmobiliaria tradicional, hoy para el futuro, podría ser aún más potente y comunicar mensajes únicos en el mercado. Es allí hacia donde queremos llegar. Comprendemos, por nuestra experiencia, que cada proyecto inmobiliario es un universo por descubrir, juntos evaluamos cada detalle desde el diseño hasta la experiencia del futuro habitante. Ingresamos en el ADN de cada caso particular y en algunos casos lo creamos. ¿Estamos listos para esta transformación?

Un ADN diferente

La publicidad inmobiliaria necesita renovarse constantemente. El reto está escrito, en el mercado digital y fuera de la nube, necesitamos comunicar una sensación nueva desde el lanzamiento de un proyecto. Es importante diseñar un molde propio donde el resultado sea transmitir que no es lo mismo vivir en el inmueble que ofrecemos, que hacerlo en uno diferente. Nosotros lo comprendemos, le damos la vuelta al mensaje publicitario tradicional para crear campañas innovadoras y vender productos únicos; así obtenemos un posicionamiento real de marca, a largo plazo.

Campañas que no se ven a la vuelta de la esquina

El camino es largo, pero estamos avanzando hacia un escenario donde no solo estamos vendiendo lugares para familias felices, sino experiencias reales para compartir. Así, el cliente final podría volver a comprar en un tiempo, o hablar de la marca a sus amigos y familia, porque el mensaje es una verdad con la cual ha logrado identificarse y crecer.

Es por ello, que comprendemos más a las inmobiliarias y buscamos que juntos, paso a paso, podamos crear campañas únicas, que no se ven a la vuelta de la esquina. Empecemos conociendo más el producto, pero sobre todo a quién va a vivir allí. Identificar al público objetivo y a todos sus perfiles es el reto para una campaña exitosa.

Si sabemos a quiénes escuchar, todo estará más claro y el concepto va a funcionar; el fondo y la forma, también. Escuchemos con atención para que nuestro discurso también sea escuchado, y así nuestras campañas publicitarias crearán marcas inmobiliarias que vivirán para siempre en la mente de ellos: los compradores de experiencias reales.

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